La pandemia por COVID-19 ha
afectado al mundo entero y hablando de educación, el método Montessori ha sido
uno de los más rezagados por todo lo que este conlleva. Desde que dio inicio el
confinamiento hemos tenido que adaptar nuestros hogares para que los pequeños
puedan seguir aprendiendo y de la mejor forma posible, es por ello que te
presentamos algunos tips para darles el mejor ambiente.
Debemos tener en cuenta la
edad y etapa en la que se encuentra el niño, de esta manera dejaremos en el espacio
solo las herramientas y materiales que se utilizaran sin olvidarse que lo ideal
es despertar en él el interés de por descubrir e interactuar con lo que lo
rodea.
Marta Prada, autora del libro
“Educar en la felicidad: Montessori en el hogar, de la teoría a la práctica”
(2019), resalta puntos como la sencillez, denotando que no hay que atiborrar al
pequeño con mucho material, solamente darle lo esencial y qué mejor siendo uno
natural, entre más real sea la experiencia, despertarán sus sentidos mejoraran
sus movimientos.
Otro de los puntos es el orden
que se debe tener siempre en el ambiente, en caso de no tenerse puede ser un
obstáculo para su inspiración e incluso llegar a perturbarles, siendo, por
último, pero no menos importante, la belleza, ya que la estética influye mucho
en la percepción que ellos pueden tener sobre las cosas.
Con base en lo anterior,
recordemos que el método incita a los pequeños a hacer las cosas por sí mismos
sin necesidad de tener ayuda de un tercero como podría ser un adulto. La clave
se encuentra en tenerles confianza y dársela para que crezca en ellos de tal
manera que vayan ganando independencia y seguridad de sí mismos.
Se recomienda tener los
materiales en estanterías de baja altura, esto para seguir con su independencia
y que pueden acceder a ellas con facilidad sin tener que acudir con un adulto.
De este modo, podrán tomar todo lo que les rodea y necesitan, así como
regresarlos a su lugar y enseñarles el orden que deben tener en su ambiente.
Una vez concluidas sus tareas,
la nuestra no termina; dejemos que participen en las actividades cotidianas
para continuar ayudando en su crecimiento. Estimulemos sus sentidos con objetos
de que puedan manejar con facilidad, pequeñas escobas, tapancos, taburetes,
sacudidores, etc.; los artículos del hogar pueden ayudar desarrollando su
motricidad, coordinación ocular y sintiéndose incluidos en la vida diaria.
Demostremos confianza con los
pequeños y démosles libertar (con límites claros), ellos son la alegría de
nuestro hogar y qué mejor si en la medida de lo posible, pueden seguir
aprendiendo, y desarrollando ámbitos personales, de autoestima y autonomía.